¿Sabías que el 40% de la cubierta terrestre de la ciudad de Nueva York es verde? Los árboles, los parques y los humedales hacen que nuestra ciudad sea más resiliente: secuestran carbono, disminuyen el efecto de isla de calor urbano, proporcionan hábitat de vida silvestre y ayudan a la población neoyorquina a conectarse con la naturaleza.
¿Sabías que el 40% de la cubierta terrestre de la ciudad de Nueva York es verde? Los árboles, los parques y los humedales hacen que nuestra ciudad sea más resiliente: secuestran carbono, disminuyen el efecto de isla de calor urbano, proporcionan hábitat de vida silvestre y ayudan a la población neoyorquina a conectarse con la naturaleza.
Una ciudad de Nueva York más verde tiene muchos beneficios ambientales. Los árboles y plantas proporcionan el secuestro de carbono, o el proceso de captura y almacenamiento de dióxido de carbono atmosférico, desempeñando un papel crítico en el cumplimiento de los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de la ciudad. Los huertos comunitarios y las fincas urbanas reducen la huella de carbono de nuestro suministro de alimentos y el flujo de residuos al proporcionar alimentos locales saludables y compostaje. La infraestructura verde contribuye a la resiliencia de la ciudad al mitigar la escorrentía de aguas pluviales y reducir el efecto de isla de calor, causado por edificios e infraestructuras que absorben y re-emiten el calor del sol más que un paisaje natural. Y lo que es más importante, el espacio verde tiene efectos mensurables en el bienestar humano, reduciendo los niveles de estrés y proporcionando un espacio comunitario muy necesario.
¿Sabías que el 40% de la cubierta terrestre de Nueva York es verde? Podemos hacer que la ciudad de Nueva York sea aún más verde agregando techos verdes a hogares, oficinas, y edificios cívicos; apoyando la agricultura urbana y la jardinería comunitaria; solicitando árboles para las calles, abogando por parques y calles verdes mediante presupuestos participativos y llamando a representantes; y preservando y restaurando áreas naturales críticas, como los humedales para ayudar a mitigar las marejadas de tormenta y proteger los hábitats de diversas especies.