Una nueva generación de activistas sobre los ambientes aboga por un futuro regenerativo que priorice la naturaleza, termine nuestra dependencia de los fósiles combustibles, proteja la biodiversidad y cree igualdad de oportunidades.
Una nueva generación de activistas ambientales aboga por un futuro regenerativo que priorice la naturaleza, termine nuestra dependencia de los combustibles fósiles, proteja la biodiversidad y cree igualdad de oportunidades. En la actualidad, la demanda humana excede la capacidad regenerativa del planeta, por lo que es necesario adoptar medidas urgentes para asegurar que la población mundial pueda satisfacer sus necesidades, asegurando al mismo tiempo el sustento de la vida futura en la Tierra.
Las prácticas insostenibles de manejo de tierras como la deforestación, la urbanización o la extracción de recursos degradan la tierra hasta un punto en el que no puede sostener la agricultura, la vegetación o la biodiversidad. Esta disminución deja la tierra en su mayoría estéril y elimina la capacidad de las comunidades de cultivar o beneficiarse de los recursos naturales que antes prevalecieron. Al cambiar las prácticas de manejo de tierras para priorizar la conservación de los paisajes naturales, aplicar prácticas agrícolas sostenibles, reducir la extracción de combustibles fósiles y minerales y frenar la expansión urbana, la tierra puede seguir siendo un recurso regenerador y una herramienta para hacer frente al cambio climático.